FARADAY, Michael
(1791-1867), era el segundo hijo de un herrero del Yorkshire que se había trasladado a Londres. Faraday no había recibido más educación que la correspondiente la iniciación en las primeras letras, leer, escribir y la aritmética más simple. Pero mientras fue encuadernador tuvo tiempo de leer algunos libros sobre los que trabajaba, y sobre todo quedo fascinado por los libros de interés científicos. En particular le gustaban las enciclopedias.
Faraday escribió a Sir Humphry Davy, pidiéndole trabajo como asistente de laboratorio. Le envió las notas encuadernadas de las cuatro conferencias de Davy. La víspera de Navidad de 1812, Davy le contestó manifestándole que estaba muy satisfecho de las notas; le citó para una entrevista.
Davy le ofreció el puesto que desempeñaba Payne, y le pidió que actuase como su asistente personal de laboratorio y secretario. Faraday empezó su trabajo en la Royal Institución el 6 de marzo de1813. Estaba preparado el escenario para su vida de trabajo.
Faraday ayudó a Davy en la investigación de un sólido negro peculiar que le fue proporcionado por Ampére. Usando sus aparatos portátiles, pronto decidieron que la sustancia era un nuevo elemento para el que Davy propuso el nombre de yodo.
Faraday ingresó en la City Philosophic Society, en la que pronunció su primera conferencia después de un cuidadoso estudio del arte de hablar en público. Al mismo tiempo publicó su primer articulo "Un análisis de cal de toscana". Continuó el trabajo de rutina en la Institución preparando los aparatos para las conferencias de Davy y Brande (profesor de Química de la Institución).
En 1821, cuando tenía treinta años, Faraday realizó su primer descubrimiento importante. Trataba del tema del electromagnetismo, una ciencia en la que pronto habría de ser el más destacado del mundo.
Faraday montó un ingenioso aparato en el que un extremo de un imán sobresalía a través de la superficie del mercurio contenido en una copa. Por encima de la barra del imán estaba suspendido libremente un hilo de cobre que bajaba por el lado del imán y tenia su extremo inferior sumergido en mercurio. Cuando se conectaba una batería de modo de que pasase corriente por el hilo a través del soporte hasta el mercurio, el hilo daba vueltas constantemente alrededor del imán. Éste fue el primer motor electrónico.
Durante unos seis años Faraday investigó las propiedades del acero. Teniendo en cuenta el equipo primitivo de que podía disponer, obtuvo algunas muestras excelentes, algunas de las cuales fueron usadas para hacer navajas a sus amigos, Sus investigaciones dieron origen al primer acero inoxidable, pero como tenia un 50% de platino resultaba demasiado caro para que tuviera ningún uso posible.
Durante el mismo periodo Faraday investigó también el cloro y sus compuestos, tema del que siempre había estado interesado. En 1823 preparó el hidrato de cloro, calentó los cristales en un extremo de un tubo doblado herméticamente cerrado, y observó que en extremo frío se condensaban gotas oleosas. Faraday reconoció las gotas como cloro líquido, y apreció la rapidez con que se evaporaba en cuanto se abría el tubo rompiéndolo. Por métodos semejantes licuó posteriormente el dióxido de carbono y el amoniaco de vez en cuando los tubos explotaban, y en una ocasión sufrió una herida sería en los ojos.
Más tarde, en 1823, dos años después de su matrimonio con Sarah Barnard, hija de uno de uno de los dirigentes sandemanianos, Faraday fue propuesto para su elección como "fellow" de la Royal Society. Ésta era la distinción mayor que en aquella época podía otorgarse aún científico.
En 1825 Davy recomendó a los dirigentes que Faraday debía ser nombrado director del Laboratorio, aún cuando quedase oficialmente bajo la supervisión del profesor Brande. Faraday era un hombre de gustos sencillos y que, además, recibía ya grandes estipendios por su trabajo como asesor. Con frecuencia era consultado sobre problemas de análisis químicos.
Durante sus primeros años en su laboratorio, investigó el residuo líquido que quedaba en las balas de gas comprimido que se usaba como fuente de iluminación en algunas de las casas más ricas de Londres. El gas se obtenía calentando aceite de ballena, y se suministraba en depósitos de hierro a una presión de unas treinta atmósferas.
El líquido resultó ser una mezcla de sustancias, entre las cuales una fue aislada, purificada y analizada por Faraday, le dio el nombre de " bicarburato de hidrógeno ". Actualmente le damos el nombre de benceno. Sus hallazgos no fueron especialmente notables, pero un vidrio formado fundamentalmente por borosilicato de plomo, lo usó para realizar un importante descubrimiento veinte años más tarde al observar que un haz de luz polarizada que pasaba a través del vidrio era afectado por un electroimán demostrando así la existencia de una conexión entre el magnetismo y la luz.
En el verano de 1813 la Royal Society acordó que se interrumpiera los ensayos sobre vidrios. Los trabajos de Faraday sobre el electromagnetismo empezaron a cobrar rapidez.
Faraday trató de producir electricidad continuamente. Preparó un contacto por rozamiento con el borde del disco y otro con el eje y los conectó con un galvanómetro. Cuando giro el disco observó que se producía una desviación continua de la aguja, que aumentaba a medida que se aceleraba el disco. El aparato era la concepción de un genio. Fue la primera dinamo.
Los experimentos de Faraday, realizados todos en tres meses fueron descritos a la Royal Society en noviembre de 1831. Muestran lo que se puede conseguir con la rara combinación de una mente brillante y una intensa concentración. Pero estaba casi completamente agotado, y habiéndole insistido muchos para que se tomase unas vacaciones, anunció a su mujer: "Creo que ahora puedo tomarme un descanso durante unos días."
Gran parte de sus primeros trabajos se basaron en la lectura de sus experimentos de otros. Pero jamás quedó satisfecho hasta que repitió éstos experimentos por sí mismo. Faraday dirigió su atención a los efectos químicos de la electricidad. Primeramente examinó la identidad de la electricidad de diferentes fuentes, demostrando que toda la electricidad (estática o dinámica) era de naturaleza semejante. Siguió sus observaciones midiendo la cantidad de electricidad que intervenía en las reacciones químicas, y la cantidad de cambio producida. Realizó esto pasando electricidad a través de agua acidificada, recogiendo y midiendo el hidrógeno desprendido y observando que el volumen de hidrógeno era proporcional a la cantidad de electricidad que había pasado. A partir de estas medidas, Faraday formuló dos leyes.
La primera ley es:
La cantidad de una sustancia depositada, disuelta en un electrodo durante la electrólisis, es directamente proporcional a la cantidad de electricidad que ha pasado a través del electrolito.
La segunda ley es:
Las cantidades de diferentes sustancias depositadas, desprendidas en los electrodos por el paso de la misma cantidad de electricidad, son directamente proporcionales a los pesos de combinación de las sustancias.
En sus trabajos sobre electroquímica, primeramente diseñó y después ensayó a fondo su método para medir cantidades de electricidad; después demostró que el resultado no dependía en ninguna forma del tamaño de la pila, del número de placas de la misma ni de la naturaleza de los cables de conexión, poseía una habilidad fenomenal como experimentador.
No poseía formación matemática y utilizó modelos visuales para explicar las acciones eléctricas y magnéticas.
En 1831 Faraday dejó a un lado buena parte de sus trabajos de asesor para dedicar mas tiempo a la investigación eléctrica.
Después de su penosa investigación sobre la electrólisis, Faraday empezó a sufrir perdidas de memoria y a pronunciar frases sin sentido. Cortó radicalmente sus horas de trabajo.
En 1845, su salud quedó restablecida casi milagrosamente. Su mente recuperó su primitiva brillantez y volvió a emprender el trabajo, que había de continuar, con solo descansos ocasionales.
Finalmente se retiró de todas las actividades de la Royal Institution en 1865, prácticamente inválido.
Le fueron ofrecidos muchos honores, pero su credo sandemaniano, al que permaneció devotamente fiel durante toda su vida, le impulsó a rechazar la fama en el mundo.
Dos veces rehusó la presidencia de la Royal Society, y también declinó el titulo de caballero. Prefirió seguir siendo hasta el fin simplemente Michael Faraday, científico.
Murió pacíficamente en Hampton Court a los sesenta y siete años, recordado y celebrado como uno de los mayores científicos, en el que hay que pensar como se piensa en Newton, Galileo, Lavoisier y Einstein.